viernes, 2 de noviembre de 2007

El nazismo de huarache de LaRouche

Por: José Luis Ontiveros

Los nazis de huarache han impulsado deliberadamente una campaña de persecución y linchamiento, tanto por estupidez como por cobardía.

La extreme droite la plus
bete du monde.
Proverbio francés

Las recientes declaraciones de Lyndon H. LaRouche, líder moral del Partido Laboral con sus diversas ramificaciones, confirman su condición de agente periférico de la americanósfera-sionista,—pero son en su paranoia más riesgosa—, en que advierte sobre el peligro que desde territorio mexicano se dirijan ataques a Estados Unidos, similares al 11 de septiembre del 2001 contra las Torres Gemelas en Nueva York, así como su denuncia de la existencia de un pretendido "partido nazi" en México—que serviría de plataforma de reclutamiento—, pruebas concluyentes y resultado, por una parte, de los despropósitos y la conspiración de la Galaxia Andrómeda, a las que se ha referido este delirante personaje, y, por otra, consecuencia de las actividades provocadoras de los guelfos descerebralizados o mochería con rebozo y swásticas, que últimamente ha proliferado, —en la aldea tenohca y en Chile— para descrédito de la Idea y como furrieles de la derechona foxista y del Centro de Información y Seguridad Nacional (Cisen), el cual mantiene estrecho contacto con el Mossad (servicio de inteligencia de Israel).

Persecución y linchamiento

Las aseveraciones de LaRouche son graves y anticiparían medidas represivas del régimen, en particular, de la sociedad secreta Yunque, la cual conforma la vertebración política clandestina del foxismo y sobre la que existe abundante documentación, en especial, el libro El Yunque, la ultraderecha en el poder, de Alvaro Delgado (Plaza Janes, México, 2003), el cual confunde cierta información sobre la ultraderecha-ultracretina, pero da una guía precisa de la manera en que la corriente guelfa-galilea se ha hecho del poder en el país a través del PAN, el cual se ha convertido en su agencia de colocaciones.

El problema fundamental es que los nazis de huarache, que muestran las nalgas de mandril, han impulsado deliberadamente una campaña de persecución y linchamiento, tanto por estupidez como por cobardía. En este sentido, no son merecedores del título de la obra con que el teórico marxista, José Revueltas, realizó una acertada crítica del infantilismo incurable de la ultraizquierda en su memorable Ensayo sobre un proletariado sin cabeza, mas éste resulta esclarecedor para comprender la prodigiosa e insigne imbecilidad de Salvador Borrego, el Profeta Bé Bé, así como a la de su secuaz el pequeño Carlos Roger (Carlos Roger Priego Huesca), y el agente doble que tienen en Chile, Alexis López Tapia, responsable del Movimiento Socialista Nacional, Patria Nueva Sociedad, y que se dedica al Carnaval Perpetuo —al que se refiriera René Guénon— disfrazándose todos los días de nazi —en plena posmodernidad.

Cabe señalar que los guelfos se distinguieron en el Medievo por defender el poder clerical encarnado en el pontífice romano, en contra de los derechos del Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico y la unitaria autoridad metafísica que representa el valor del Imperium, tal oposición entre guelfos (clericales) y gibelinos (imperiales) marcara la historia de Occidente y a ella se refiere el Dante en su tratado sobre la monarquía desde una postura gibelina, ambas categorías de análisis son vigentes, ya que se refieren a valores intemporales.

Borrego y Vasconcelos

Borrego, al que me referiré respetando su onomatopeya como el Profeta Bé Bé es el heredero de la línea muy primitiva de antisemitismo de la revista Timón, cuyo director fue José Vasconcelos, la cual recibió subsidio de la embajada de la Alemania Nibelunga en México. Al analizar los artículos de Timón, revista que editó 17 números —del 22 de febrero de 1940 hasta la primera mitad de julio del mismo año—, en que fuera expulsado por la subordinación del gobierno mexicano y las presiones yanquis, el agregado de prensa de la embajada Nibelunga , W.Dietrich. (Ver La revista Timón y José Vasconcelos, prólogo, notas y comentarios de Itzahar Bar-Lewat M, Casa Edimex, 1971), en que este prejuiciado y acucioso investigador judío reproduce los artículos más importantes, así como la lista de los colaboradores, en que se registra un dato muy esclarecedor, no aparece Salvador Borrego, ¿ello no es una incuestionable prueba de que el reportero Bé Bé, era una figura tan anodina e insignificante que no mereció que Vasconcelos lo invitara a su aventurerismo revistero...?, entre el fundamentalismo judeocristiano y el neopaganismo nacionalsocialista que por lo visto el Maestro de América no percibió o tal vez no quiso hacerlo, o ¿acaso Borrego cruzó el canal de Xochimilco en un submarino con una misión secreta...?

Por ello resulta por lo menos desconcertante que Vasconcelos haya accedido en febrero de 1955 a prologar Derrota mundial, al tiempo que declinaba, cuyo testimonio aparece en su libro En el ocaso de mi vida, y paradójicamente, apoyaría la candidatura a la Presidencia de la República del tránsfuga ex vasconcelista, Adolfo López Mateos, por parte del PRI. A favor de López Mateos puede decirse que siempre fue el orador carismático de su militancia vasconcelista.

El respaldo de Vasconcelos le valió que el sinarquismo —corriente anticomunista de índole rural, heredada de la Cristiada— (ver Jean Meyer ¿El sinarquismo un fascismo mexicano?, cuadernos de Joaquín Mortiz, México, 1979, y de Salvador Abascal, Mis recuerdos, El sinarquismo y la colonia María Auxiliadora, Tradición, México, 1980), reprochara en términos insultantes y maniqueos la posición de nuestro Ulises Criollo.

robinsonliterario@prodigy.net.mx

No hay comentarios: